La importancia de una merienda sana
Seguramente habrás oído sobre la
importancia de cumplir con las comidas a lo largo del día y no saltarse
ninguna. En seguida pensamos en la importancia del desayuno para prepararnos
para la jornada, del almuerzo para obtener la energía para el resto del día y
de la cena para recuperar fuerzas y reponer nutrientes.
Sin embargo nos solemos olvidar de dar
su debida importancia a la merienda, casi como si se considerase que es una
comida más de la infancia que de la edad adulta. Es un error.
Para mantenerse en un estado
nutricional adecuado todos los especialistas coinciden en que lo mejor es el
reparto de las comidas en cinco tomas, las tres más “habituales” (desayuno,
almuerzo y cena) junto con un “parón” a media mañana y la merienda de la tarde.
La idea es comer más veces cantidades
más reducidas, pero también que esa ingesta nos proporcione los valores
energéticos que necesitamos en cada momento del día.
Meriendas sanas, por qué son importantes
El principal motivo por el que una
merienda sana es importante es porque mantiene al organismo activo entre la
comida y la cena. Esto se puede resumir en tres puntos básicos.
- Activa el metabolismo
- Repone la energía que precisamos para el correcto funcionamiento de todos nuestros órganos
- Nos ayuda a adelgazar al reducir los niveles de ansiedad con los que llegamos a la cena, lo que permite que esta se más frugal.
Insisto en el concepto “salud” porque
para que se cumplan estos importantes objetivos es necesario que la merienda
está compuesta de alimentos con valores nutricionales positivos, es decir, la
merienda no debe sumar calorías innecesarias como las que aporta la bollería
industrial ya que este tipo de comida está compuesta de harinas súper refinadas
y grasas saturadas cuyo efecto en el organismo sería el contrario al que
pretendemos obtener.
Por cierto, si piensas en la
alimentación como una forma de adelgazamiento, te recomiendo que primero
analices tu IMC. Si buscas una herramienta adecuada, aquí puedes calcular tu peso ideal con un par de sencillos pasos.
¿Qué
alimentos debería contener una merienda sana?
Entre los productos saludables que
puede contener la merienda tenemos:
- Los frutos secos. Siempre tostados o crudos, evitar los fritos ya que tienen el añadido de grasa.
- Yogur. Es un buen suplemento nutricional al aportar proteína e hidratos de carbono. Las versiones de los lácteos es bueno que sean desnatadas para reducir el aporte de grasas.
- Fruta. En todas sus variantes: a mordiscos, en trozos, en batido... Se trata de un alimento sabroso y saciante, que no engorda y aporta vitaminas, minerales y, por supuesto, fibra.
- Pan integral. Este tipo de pan es perfecto como base de un canapé de pavo, queso bajo en calorías o pollo. Es recomendable frente al pan blanco ya que, a diferencia de este, no está hecho de harinas refinadas con lo que permite una digestión más lenta, un aprovechamiento de los nutrientes más efectivo y un reducción de la glucosa en sangre.
- Huevo. Un hubo duro o pasado por agua es un buen aporte de proteína. No conviene abusar de ellos pero resulta una buena forma de variar la dieta de la tarde una vez a la semana.
- Té. En especial el té verde que tiene propiedades antioxidantes.
La lista de alimentos saludables es
mucho más larga, pero con esta muestra puedes tener una idea clara del tipo de
mezclas que puedes hacer para que la merienda no resulte aburrida,
Por el contrario, debemos evitar el
consumo de grasas saturadas (mantequillas, derivados del aceite de palma…) y
harinas refinadas (pasta, pan blanc, bollería industrial), así como los
azúcares, que son fácilmente sustituibles por fructosa o endulzantes como la
miel.
Un consejo
Para mejorar los hábitos de vida
saludables debemos empezar a leer las etiquetas de contenido nutricional de los
alimentos que compramos (¿qué cantidad de grasa los componen?, ¿cuántas
calorías aportan?¿incluyen componentes no deseados?). Solo así seremos capaces
de descartar o escoger los alimentos que mejor nos ayuden a llevar una vida
sana
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Sabes tienes toda la razón, por que nos costará tanto aplicarlo jeje, es cierto que, al menos en mi época, crecimos con la idea de que la merienda era algo de la infancia solamente.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de leer las etiquetas...bufff, creo que si las leyeramos todas abandonariamos gran cantidad de las cosas que comemos, justo hoy leía en un artículo que el fuet llevaba leche en polvo :OOO, me he quedado a cuadros te lo aseguro, imagino la gente intolerante a lactosas y demás que deben ir con la lupa en los ojos todo el día intentando asegurarse de lo que lleva cada producto. :((
Besote!!!!
Hola Ayla! Es verdad que las etiquetas dan miedo a veces, hay casi tantos productos quimicos co,o ingredientes. A ver si conseguimos comer todos un poco mejor. Un abrazo
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